Es un juego brutal, que requiere sangre fresca en
cada sacrificio del fin de semana durante la temporada.
Es la bizarría personificada, la cosa más cercana al combate de gladiadores que una sociedad piadosa permite; es la imitación de una guerra grave y terrible que incluso cuenta con simpatía intelectual, especialmente si se le observa desde una posición segura en las gradas.
La gente afuera puede emocionarse con el espectáculo, pero los que no combaten
nunca llegarán
a saber realmente lo que este juego significa para aquellos que arriesgan sus huesos, su carne, su poder y dinamismo al jugarlo.
Orilla al heroísmo y glorifica la hombría, desdeñándose abiertamente las debilidades; moretones y rodillas raspadas son las condecoraciones militares.
Se obedece a un código de honor que haría estremecer a un espartano y, ya que requiere de muchas otras cualidades, quien lo juega se siente ofendido cuando alguien califica de "salvajes" a sus participantes.
Este no es un deporte donde se tolere perder siquiera por un instante. Es un juego de promesas, juramentos y llantos de batalla severamente plasmados en las paredes de los vestidores; siempre se hace énfasis en ganar, a pesar de ese lema antiguo que dice: "Lo importante es competir.", porque no era sincero entonces, mucho menos ahora.
El fútbol americano es terriblemente voluble, el coach que hilvana victorias como cuentas de perlas es mimado por las multitudes, como un soberano oriental. Del que pierde, su cabeza es exigida dentro de una canasta.
El fútbol americano no puede ser jugado en cualquier epoca del año o en cualquier ambiente. El juego es el punto focal de un gran universo que crea su propia y especial átmosfera. Su masa produce nostalgia; debe haber un estadio lleno de gente eufórica, gritos, silbatazos y el sonido de cuerpos colisionando.
Es la bizarría personificada, la cosa más cercana al combate de gladiadores que una sociedad piadosa permite; es la imitación de una guerra grave y terrible que incluso cuenta con simpatía intelectual, especialmente si se le observa desde una posición segura en las gradas.
a saber realmente lo que este juego significa para aquellos que arriesgan sus huesos, su carne, su poder y dinamismo al jugarlo.
Orilla al heroísmo y glorifica la hombría, desdeñándose abiertamente las debilidades; moretones y rodillas raspadas son las condecoraciones militares.
Se obedece a un código de honor que haría estremecer a un espartano y, ya que requiere de muchas otras cualidades, quien lo juega se siente ofendido cuando alguien califica de "salvajes" a sus participantes.
Este no es un deporte donde se tolere perder siquiera por un instante. Es un juego de promesas, juramentos y llantos de batalla severamente plasmados en las paredes de los vestidores; siempre se hace énfasis en ganar, a pesar de ese lema antiguo que dice: "Lo importante es competir.", porque no era sincero entonces, mucho menos ahora.
El fútbol americano es terriblemente voluble, el coach que hilvana victorias como cuentas de perlas es mimado por las multitudes, como un soberano oriental. Del que pierde, su cabeza es exigida dentro de una canasta.
El fútbol americano no puede ser jugado en cualquier epoca del año o en cualquier ambiente. El juego es el punto focal de un gran universo que crea su propia y especial átmosfera. Su masa produce nostalgia; debe haber un estadio lleno de gente eufórica, gritos, silbatazos y el sonido de cuerpos colisionando.
¿Que es el fútbol americano? No es un juego común, una ingeniosa mezcla lo hizo singular. Es un juego que insiste en que un quarterback no sea solamente un gran atleta sino un genio tambien y que logre la jugada decisiva aunque la defensa intente alguna maniobra que lo pueda despedazar.
Es un juego que intenta convencer al director de una escuela que se trata de un complejo de fisica nuclear que, sin embargo cuando se está en el tercer down y quedan pocas yardas, la ciencia recibe una terrible vapuleada en el campo.
¿Que es fútbol americano? Es el espíritu de lucha de un guerrero, enfrentándose al furor salvaje, orgullo y tradición de otro equipo en cualquier categoría. Es una nariz sangrante, una lágrima maternal y un escudo con insignia sobre el jersey del equipo. Son semanas sin cigarros ni fiestas; es el sacrificio
por que eres jugador y estas entrenando.
Es un ex-jugador con 9 años de combate recién retirado, mostrando orgullosamente a un reportero donde solían estar sus meniscos.
Es una atrapada con una sola mano, una tackleada espectacular, un gol de campo fallido, una patada de despeje titubeante, un acarreo para touchdown en el último minuto.
Es la imitación de un combate, una guerra de cien yardas, pero más que eso, ¡¡¡ES LA PRUEBA MAXIMA DEL HOMBRE!!!
El fútbol americano es la representación más pura de la vida misma. Fuera de la fiesta que lo rodea, quienes lo hemos jugado, sabemos y entendemos que es un deporte que fortalece nuestro cuerpo y mente, así como el espíritu mismo; en el cual, no podemos perder el tiempo buscando excusas para no hacer las cosas; que nuestro mayor triunfo personal, acaso más que el colectivo, es retirarnos a casa sabiendo, con la certeza que sólo nuestra propia honestidad nos puede dar, que dimos todo lo que teníamos que dar, que los "hubiera" no existen en nuestro vocabulario; pero sobre todo, no quedamos en deuda con nuestros compañeros de batalla...
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